EL POTRO INSOLENTE

A mi sobrino Yago le encantan los caballos.
Con este poema los niños aprenderán el significado de valores como el de la humildad. 
Espero que os guste.
Un beso con achuchón.

Imagen tomada de Internet

Un caballo iba tranquilo

cansado, se ve mayor,

sus crines marrón arena

relucían con el sol.

Iba al paso, despacito,

con su cabeza agachada,

los años le van pesando,

no tiene ganas de nada.

Un potro pasa trotando

con su larga cola negra,

con la cabeza muy alta

casi a su altura le llega.

Cuando ve al caballo viejo,

con chulería, insolente,

le baila con trote fino

alrededor varias veces.

Relincha muy estirado,

relincha alzando la voz,

relincha muy presumido

junto al caballo mayor.

En esto llega una yegua

que desbocada suspira,

pasa corriendo al galope,

algo tira de su brida.

El caballo sin pensarlo

trotando se va tras ella,

con fuerza sigue al galope

a esta yegua que es tan bella.

Sin pensar en que es mayor,

sin darse cuenta siquiera,

sigue y sigue galopando

muy cerca está ya de ella.

Y poniéndose a la par

con palabras, muy tranquilo,

logra quitar con su boca

lo que el daño ha producido.

La yegua muy orgullosa

con el caballo se va,

le tiene por un gran héroe

y presume de galán.

El potro los mira inquieto,

no ha sabido reaccionar

y a una yegua tan bonita

él no ha podido salvar.

El caballo viejo siente

al joven avergonzado

y con palabras serenas

al potro esto le ha hablado:

“No te preocupes potrillo,

el tiempo te enseñará

a dejar de presumir

y a empezar a madurar”.

Y con la yegua se aleja

contentos, los dos al trote,

dando gracias al destino,

luego siguen al galope.

Cuento registrado en el Registro de la Propiedad Intelectual