Sumar y restar es fácil y divertido.
Este pequeño ciempiés aprende sin enterarse.
Espero que os guste
Un beso con achuchón para todos
Imagen tomada de internet |
Un gusano pequeñito
conocido por ciempiés,
admirando sus patitas
las cuenta con interés.
Como pronto fue a la escuela
sabe contar hasta cien,
y sigue sumando patas
una, dos, tres…
Las cuenta por separado
cada una por un lado,
y al llegar a la cincuenta
se ha caído espatarrado.
Con la barriga en el suelo
y un poco malhumorado,
se da cuenta con vergüenza
que a la mitad ha llegado.
Encogiendo las patitas
inicia la cuenta atrás,
sin saber que al levantarse
está aprendiendo a restar.
Cuento registrado en el Registro de la Propiedad Intelectual.