SOY LA MÁS FELIZ DEL MUNDO.
Cuando regalo sonrisas
soy la más feliz del mundo,
pinto los días de colores,
las horas y los segundos.
Si resuenan las sonrisas
los niños tienen derechos.
las risas traen alegría
y ser feliz es un hecho.
Tienen derecho a jugar
tienen derecho a reír,
tienen derecho a soñar.
Su derecho es ser feliz.
No hay tristeza en sus miradas
nada oscuro que ocultar.
En el hogar que hay sonrisas
vive la felicidad.