Hay que pensar antes de hablar.
Espero que os guste.
Un beso con achuchón.
Imagen tomada de internet |
“Cuando
quieres me haces grande
y
mi cuerpo desfiguras”,
dijo
el león a la sombra,
mientras rugía con bravura.
“·Yo
soy fuerte y muy esbelto
pero
me haces feo y gordo.
No
me gusta que estés cerca,
para mí eres un estorbo”.
“No
quiero que me persigas
ni
que te acerques a mí”,
y
dio la espalda a la sombra,
pero
aún la veía allí
“¿Es
que no me has escuchado?,
yo
tengo el pelo dorado,
¿por
qué entonces, dime sombra,
a
negro me lo has cambiado?”.
Fueron
tantos los reproches,
tanto,
tanto la insultó,
que la sombra al fin cansada
de su lado se alejó.
En
la selva al poco tiempo
calentaba tanto el sol
que
el león buscó la sombra,
pero ya no la encontró.
Y
aunque fue a bañarse al río
para
aliviar su calor,
muchos
días en remojo
en
el agua se pasó.
Que malo es ser presumido y soberbio. Genial Marisa, como siempre. A seguir con ese "callado" trabajo.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario 😊
EliminarUn abrazo.
Me encanta 😍😍😍😍
ResponderEliminar¡Qué ilusión!
EliminarMuchìsimas gracias, Carlos😊
Está genial Marisa!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué bien que te guste😊
EliminarGracias por leer y comentar.
Un abrazo, Sandra.
Qué poema más gracioso!
ResponderEliminarEl león presumido recibió su merecido.
Con lo a gustito que se está en verano en la sombra!
Besos Marisa.
Así es😂😂
EliminarMuchas gracias.
Un beso con achuchón, spai de contes.
Buena lección , Marisa. Mejor nos iría a todos si pensásemos antes de hablar (en términos generales)
ResponderEliminarUnha aperta forte.
Seguro que nos iría mejor😊
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario.
Biquiños, Anabel.
¡Nada de mal le habrán venido esos días en remojo a este león tan engreído! 😊😊😊
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el poema, Marisa.
Un abrazo.
Tienes mucha razón😅😅😅
EliminarMuchas gracias, Sara.
Un abrazo
Muy lindo, me gustó mucho.
ResponderEliminarMuchas gracias, Mayra😊
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