¿Conocéis la leyenda del acueducto de Segovia?
Es una de las obras más espectaculares que dejaron los romanos en España.
Un acueducto es un conducto artificial por donde va el agua a un lugar determinado, y especialmente el que tiene por objeto abastecer de aguas a una población.
Podéis encontrar más información en mi cuento Poeducto de Segovia.
El diablo sigue muuuuy enfadado.
Os invito a conocerla.
Un beso con achuchón.
Ilustración de los niños y niñas de 1º y 2º de primaria, del CEIP Elena Fortún de Segovia.
Cansada
estaba la niña
de
subir a la montaña
cargando
cántaros de agua,
tardes,
noches y mañanas.
Y
cántaro para arriba
y
cántaro para abajo,
la
niña estaba aburrida
de
tan pesado trabajo.
Y
cántaro para abajo
y
cántaro para arriba,
dolorido
el cuerpo entero
y en
voz alta repetía:
Vendería
mi alma al diablo,
se
decía con disgusto,
por
tener agua en mi casa
¡Viviría
tan a gusto!”
Y
alerta el diablo escuchó.
En
una noche, fue el trato
construiría
un acueducto,
y
firmaron un contrato.
Y
cántaro para arriba
y
cántaro para abajo,
muy
harta estaba la niña
de
tan pesado trabajo.
Pero
a los pocos minutos
arrepentida
lloró.
Y no
pegó ojo esa noche
Iba
a mil su corazón.
Trabajó
el diablo a destajo,
solo
un segundo mirando
una
piedra encima de otra
¡qué
bonito está quedando!
Pero
faltaba una piedra
cuando
el sol amaneció.
Quiquiriquí
cantó el gallo.
Y el
diablo se retorció.
De
rabia se mordió el rabo,
¡Aaay!,
enfadado gritó.
Solo
fueron dos segundos
pero
el trato no cumplió.
La
niña miró hacia el cielo
y
aliviada suspiró.
Ya
tenía agua en su casa.
El
galló cantó y cantó.
Y
cántaro para arriba
y
cántaro para abajo,
se
libró por fin la niña
de
tan pesado trabajo.
Le
crecieron más los cuernos,
gritó
el diablo colorado
porque
él hizo el acueducto
y en
Roma se lo apropiaron.