La mujer de aquella tribu
tuvo dos niños gemelos
como dos gotitas de agua,
pelo oscuro y ojos negros.
Pelearon por ser jefes
cuando se hicieron adultos.
Cuando se enteró su madre
triste se llevó un disgusto
Pidió a los dioses la paz
su madre muy afligida,
para que no pelearan
daría a cambio su vida.
El dios se frotó las manos
ya tenía un alma más.
A la madre en la montaña
acabó por enterrar.
De la noche a la mañana
una montaña nació,
en el campo de batalla
justo en medio de los dos.
A su madre los dos hijos
entonces reconocieron
en la montaña dormida.
Muy pronto se arrepintieron
Nunca más los dos hermanos
volvieron a pelear
y acordaron en la tribu
los dos juntos gobernar.
Que bonito. No conocía esa leyenda pero es preciosa.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, anónimo.
EliminarUn saludo.
😍😍😍😍😍
ResponderEliminarGraciaaaaasssss, Carlos.
EliminarUn beso con achuchón
Curiosa leyenda y excelente poesía, Marisa. Y puede apreciarse claramente en la imagen.
ResponderEliminarUn abrazo.
Se distingue bien, ¿verdad?
EliminarMuchas gracias por acercarte a comentar, Sara.
Un abrazo muy fuerte va de camino a Chile.
¡Qué maravilla de poema!
ResponderEliminarEs una leyenda triste pero con un final muy acertado. Preciosa fotografía de la montaña con la cumbre nevada.
Un abrazo muy fuerte de mi parte.
Qué ilusión que te guste esta leyenda.
EliminarSegovia es una ciudad preciosa.
Muchas gracias, spai de contes.
Qué interesante leyenda Marisa y tu poema la hace más bella.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias por tu comentario, Sandra.
EliminarUn abrazo muy fuerte.