Soy madre y abuela y no creo que haya algo más doloroso que
perder a un hijo.
Un beso con achuchón muy grande, esta vez para las familias
que han sufrido una pérdida tan terrible.
Está mirando a sus padres
el pequeño desde el cielo,
se acuerdan, se acuerdan de él
y en nada encuentran consuelo.
No quiero que lloréis más
no puedo veros así,
el angelito les dice,
aunque os acordéis de mí.
Me han recibido en el cielo
otros muchos angelitos.
¡Aquí me encuentro muy bien!
Cuenta a sus padres a gritos.
Sus voces han escuchado
y han dejado de llorar,
intentarán ser felices
para que no sufra más.
Vivirá en sus corazones
por siempre, siempre jamás.
El angelito lo sabe.
Nunca de él se olvidarán.
Estará en aniversarios,
cuando nazca su hermanito.
Para toda su familia
será siempre el angelito.