Cuando escribí esta
historia recordé estos versos de Calderón de la Barca. Seguro que os suena.
Cuentan
de un sabio que un día
tan pobre y mísero estaba,
que sólo se sustentaba
de unas hierbas que cogía.
¿Habrá otro, entre sí decía,
más pobre y triste que yo?;
y cuando el rostro volvió
halló la respuesta, viendo
que otro sabio iba cogiendo
las hierbas que él arrojó.
Paseando
por el bosque
iba un
pequeño gusano
y oyó
hablar a un caracol
que iba
diciendo a su hermano.
Me
quiero mudar de casa
me
quiero marchar de aquí
y
saliendo de su concha
la dejó
tirada allí.
El
gusano se acercó
y
escuadriñó el interior,
si
hacía alguna reforma
la
dejaría mejor.
Arregló
unos desperfectos
y tapó
algún desconchón
y en
cuestión de pocas horas
su
nueva casa estrenó.
Cuento Registrado en el Registro de la Propiedad Intelectual.