Los sueños a veces son muy reales.
Espero que os guste.
Imagen tomada de Internet |
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El pájaro
carpintero
afanoso en su
labor,
pica y pica
la madera
pues quiere
ser constructor.
Construir
barcos de vela,
construirlos
de motor,
y con su
nombre pintado
se hace
llamar “Nicanor”.
Construir casas
muy grandes,
bonitas
casas pequeñas,
y
esculpiendo con su pico,
hacer
muebles de madera.
Un gran
porche, unos bancos
unas sillas
y unas mesas,
las puertas
y las ventanas,
los armarios
y escaleras.
De pino,
enebro, cerezo,
de teca,
roble, nogal,
todos los
muebles lujosos
en las casas
lucirán.
Ya le llaman
de la China,
de Japón y Nueva
York,
su nombre se
ha hecho famoso
“Carpintero
Nicanor”,
Pues sus
barcos, los veleros
y los barcos
con motor,
ya han dado
la vuelta al mundo
con
su nombre, Nicanor. |
Los niños van a Segovia
a visitar la ciudad,
hace sol, un día claro,
el tiempo acompañará.
Al llegar al Azoguejo
el acueducto romano
por su belleza y altura
a todos ha impresionado.
Del Azoguejo a la plaza
van por la calle real,
hasta llegar a la hermosa
y bonita catedral.
Los niños ven asombrados
al subir por San Martín
que Juan Bravo guiña un ojo
y ríe al verlos venir.
Han bajado hasta el Alcázar
y al descubrir el castillo,
una pequeña imagina
estar viviendo otro siglo.
Y aunque es princesa de cuento
con corona y con tacón,
con los príncipes del reino
se ve jugando al balón.
Y un niño grita en la proa
de este barco singular
que entre dos ríos navega,
creyéndose capitán.
Recorren dando una vuelta
las calles de la ciudad
y siguen imaginando,
mil historias, miles más.
Con su capa y una espada
otra niña se adivina
y con un caballo negro
un empedrado camina.
Y por la ciudad pasean
sin dejar de imaginar,
cada rincón, cada plaza,
les va invitando a soñar.
De vuelta en el autobús,
niños y niñas, cantando,
regresan a casa alegres.
Segovia les ha encantado.