¿Qué sentirá el niño al nacer?
Recordé la explosión de emociones y la alegría que sentimos
las madres al tener por fin a nuestros bebés en brazos.
Espero que os guste.
Un beso con achuchón.
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Imagen tomada de internet |
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Imagen tomada de internet |
¿Llegó
el momento mamá?
Por
aquí está todo oscuro,
pero
me encuentro muy bien
calentito
y muy seguro.
Quiero
que me abraces fuerte
me calma sentir tu arrullo,
pero
nacer me da miedo
pues
no conozco el futuro.
Quiero
ver a mi papá
conocer
a mi hermanito.
¿Llegó
el momento mamá?
¡Otra
vez me ha entrado hipo!
Me
empujas con mucha fuerza,
¿me
quieres echar de aquí?
No
me dejes solo ahora,
¡no
me dejes solo allí!
Mamá,
no escucho tu voz,
de
repente siento frío,
se
desmorona mi mundo,
me
encuentro triste y vacío.
No
me dejes, tengo miedo,
¿Mamita,
sigues ahí?
Qué
doloroso resulta.
¿Te
duele también a ti?
¡Mamita,
te quiero tanto!
¿Las
lágrimas son por mí?
Ya
no tengo miedo alguno,
aunque
lloro soy feliz.
¡Mamá
te veo radiante!
¿Esa
sonrisa es por mí?
Al
fin estoy en tus brazos
Mamita, ¡ya estoy aquí!
Cuento registrado en el Registro de la Propiedad intelectual
¿Cuándo se empieza a ser madre? ¿En qué momento deja la mujer de
ser tan sólo “ella” para convertirte en mucho más?
En mi opinión,
lo que una mujer cree que será convertirse en madre dista, en mayor o menor
medida, de la realidad posterior. Lo que imagina durante los meses previos
será, cuanto menos, distinto y, por lo general, superará sus expectativas.
Es durante el embarazo
cuando se producen en la mujer numerosos cambios: personales, sociales,
familiares…que van preparando a la futura madre para su nuevo y maravilloso
rol.
A lo largo de
esos meses ella se imagina cómo será su nueva situación, escucha atentamente
las experiencias y opiniones de otras madres, lee y se informa sobre la
maternidad…Fantasea tanto con la identidad de su futuro bebé como con la que ella
misma tendrá en su nuevo rol como madre. Pero lo que probablemente aún no sepa es
que la maternidad es una crisis, un hecho de gran trascendencia, un cambio
vital que pondrá su mundo patas arriba de la mejor manera posible.
Dejará de ser tan
sólo “ella” para ser mucho más. Se convertirá en apoyo, almohada, refugio,
abrazo, modelo a seguir, primer amor…
La evolución
emocional del embarazo llega a su punto final con el parto el cuál la mujer
recordará siempre. Cuando recibes por primera vez a tu bebé sobre tu cuerpo,
los nervios propios de la situación y la incertidumbre hacen que no seas del
todo consciente de que ese momento jamás lo olvidarás y que por muy doloroso
que haya podido resultar, por poco idílico que sea estar rodeado del personal
del hospital, máquinas y artilugios sanitarios…volverías a ese instante siempre
que pudieras.
En ese
momento, cuando el bebé nace, se produce también el nacimiento de una madre. De
este proceso habla Stern añadiendo que, aunque se trata de un proceso
secuencial durante nueve meses, se completa tras el nacimiento del bebé y
continúa durante toda la vida.
Personalmente,
una vez habiendo sido madre ya y a pocos meses de serlo de nuevo, siento una
explosión de sentimientos. Por un lado, incredulidad ¿de verdad podré querer
tanto a alguien como quiero ya a mi hija? Y por otro lado ilusión porque sé que
sí, que eso será posible y que, de nuevo, mis expectativas se verán superadas
por mis pensamientos y fantasías actuales.
Retomando la
pregunta con la que empecé este texto, por lo tanto, ¿Cuándo se empieza a ser
madre? En mi opinión, esto ocurre la primera vez que una mujer piensa en su
futuro bebé. Eso, dependiendo de cada caso, puede ocurrir, bien cuando le ve
por primera vez y es consciente de tener que cuidar de otro ser humano o bien
desde el momento en que lo desea con mucha fuerza y descubre su deseo de ser
madre. Tan sólo el pensamiento de imaginarse como tal y desearlo ya hace de
ella otra mujer.
Celia García Llorente
Pedagoga y psicóloga colegiada nº CL 4836