A partir de una palabra primitiva
(palabra que no procede de otra), podemos formar nuevas palabras que llamamos derivadas
añadiéndole prefijos o sufijos, por eso, son de la misma familia.
Espero que os guste.
Un beso con achuchón.
La palabra floripondio
se puso su mejor traje,
y en busca de sus raíces
decidió emprender un viaje.
Se encontró por el camino
con la palabra florón,
y al escuchar lo que hablaban
dijo un revoltoso guion:
«Sigue por ese camino
y tu origen hallarás»,
y la palabra florón
floreciendo fue
detrás.
Floristería y florete
muy amables saludaron,
y al saber lo que buscaban
con interés preguntaron:
¿Podemos acompañaros?
Dijeron que sí contentas,
y a su mano se agarraron,
con el mismo pensamiento
igual camino llevaron.
Coliflor y floreciente
de repente aparecieron,
y a un viaje tan florido
contentas también se unieron.
Floresta, floricultor,
floritura y floración,
se encontraron preguntando
en la misma dirección.
Al poblado primitivo
llegaron todas cansadas,
y al verlas llegar la flor
lloró muy emocionada.
Se abrazaron las palabras
cuando vieron a la flor,
afloraron
sentimientos
alegría y mucho amor.
Todas de acuerdo dijeron,
al encontrar sus raíces:
¡Qué importante es la familia!
y al fin comieron perdices.
Cuento registrado en el Registro de la
Propiedad Intelectual
He inventado este juego para aprender las palabras derivadas
He inventado este juego para aprender las palabras derivadas
«LOS EXPLORADORES DE
LA PALABRA»
Podemos
convertir nuestra casa o la clase en una expedición en busca del origen de las
palabras, lo ideal sería poder hacerlo en el patio del colegio o en el campo al
aire libre.
Dividiremos
a los exploradores en grupos dependiendo de los niños que vayan a participar.
Pondremos
un baúl lleno de tarjetas con palabras derivadas, al que denominaremos, «El baúl de las palabras perdidas», para que cada grupo de exploradores elija una. Estas
tarjetas llevarán la raíz de la palabra escrita
en color rojo para diferenciarlo del resto, por ejemplo:
Florido,
colorete, panadero,
papelera, etc.
En
la misma tarjeta por la parte de atrás, se dará una pista para poder encontrar
la siguiente tarjeta, en la que estará escrita una palabra que será de la misma
familia, por ejemplo:
Si
un a un grupo de niños les ha tocado la palabra colorido,
por detrás de la tarjeta puede aparecer esta pista:
.-“Si
sigues este camino, encontrarás la tarjeta a los pies del cuarto pino”. Puede
ser debajo de una mesa, detrás de una puerta, etc.
Allí
descubrirán la palabra colorete. En la parte
posterior de esta nueva tarjeta habrá
otra pista:
.-“Cuatro
pasos a la izquierda y otros seis hacia adelante, si eres buen explorador la
encontrarás al instante”
Si
los niños siguen bien las pistas, encontrarán la tercera tarjeta con otra
palabra de esa misma familia “coloreado” y otra
nueva pista en la parte posterior:
.-“No
salgas de este camino y pronto hallarás tu destino”
Si han superado todas las pruebas, significará
que cada grupo llevará tres tarjetas de una misma familia, en nuestro caso, colorido, colorete y coloreado y al llegar al destino indicado, el
poblado Primitivo, encontraran la primera palabra de su familia, en nuestro
caso la palabra color, (también escrita en rojo), y allí deberán colocar sus tarjetas al lado
de la que proceda la suya, completando así la familia de palabras
En
el poblado Primitivo entre otras muchas palabras pueden estar las palabras:
Pan,
fruta, color, flor, papel, niño, zapato, pescado, chocolate, jardín, etc.
Allí
el profesor o el adulto que supervise el juego, llevará más tarjetas con más
palabras para que entre todos los niños sigan uniendo a la familia
correspondiente. El juego se puede alargar todo lo que se quiera, dependiendo
de las tarjetas y las pistas que pongamos.
Cuando
los pequeños exploradores hayan encontrado y colocado todas las tarjetas
correctamente, será la hora de celebrar a lo grande que la familia está unida
saltando y dando palmadas y el juego se dará por finalizado. De paso aprenderán
lo importante que es tener una familia unida.