El sábado fue un día
inolvidable para mí. La presentación de mi primer libro de poesía infantil
«Fantasía en Poesía» en la librería Diagonal de Segovia. Tuve un padrino
literario de excepción, el folclorista Ismael Peña Poza.
Verme rodeada de la familia,
amigos, conocidos, recibir todo su cariño, ¿se puede pedir más?
Os dejo las palabras que me
dedico Ismael, un vídeo y unas fotografías del día.
El vídeo fue realizado por Jaime LLorente y Ciara Sanz.
El vídeo fue realizado por Jaime LLorente y Ciara Sanz.
¡Graciaaasss por hacerme tan
feliz!
Ismael y Fuencisla |
FANTASÍA EN POESÍA
Marisa Alonso Santamaría
Elizabeth Aguillón
Buenos días. Me encuentro un
poco desplazado porque a estas horas de la mañana, los que nos dedicamos a la
canción, no tenemos voz, solamente cuando
nos afeitamos. Por otra parte, si me subo a una tarima o a un escenario,
lo hago con mi guitarra, una pandereta, o un instrumento musical, pero hoy he
cambiado los bártulos y tengo que reconocer que estoy encantado de estar aquí
para hablar de una buena amiga y presentar su último libro que tiene un título
muy sugestivo: Fantasía en poesía.
Para escribir un libro y más de
poesía, se necesita mucho amor y mucho valor, conocimientos de la lengua,
dominio del verso y su medida, del ritmo y del acento en las sílabas y de la
rima…Buscar la inspiración para crear
unos mundos, reales u oníricos, plantear situaciones sencillas o fantásticas y
luego, situar en esos ambientes los personajes, hombres o animales, creados en
la mente y que se han de plasmar en el poema.
He querido imaginarme a Marisa
ante la hoja de papel o el teclado de un
ordenador, intentando manejar todo esos mundos que acabo de citar, así que voy
a dar rienda libre a mi imaginación, aunque me vaya un poco por los cerros de
Úbeda. Veamos
EL TRABAJO
Yo imagino a Marisa como una
alquimista de las letras, de los signos de puntuación, de los versos, de los
cuartetos y las redondillas; punto y coma. Mezcla los acentos con los guiones y
las tildes. Separa las interrogaciones, junta por parejas los paréntesis y desmenuza las diéresis y las comillas: dos
puntos. Tiene miedo de las admiraciones aunque mide y usa muy bien de los
espacios como si fueran silencios. Al final todo está en su sitio: No se ha
comido ni una coma, ni un acento y el poema está hecho, punto.
Esto es un trabajo muy limpio, pero
es el momento en que tienen que intervenir
la inspiración el trabajo o el azar
EL AZAR
Respecto a esto de la
inspiración, el trabajo y el azar os voy a contar una viejísima historia que tiene miles de años. Trata de un
comerciante árabe que salió de viaje con su camello cargado de diferentes
productos y entre ellos, llevaba leche en un recipiente hecho con el estómago
de una oveja. El calor del sol en pleno desierto activó las enzimas del tejido
animal y la leche se transformó en una especie de pasta sólida y endurecida que
desde entonces se sigue llamando: Queso.
En el caso del queso, la
creación llegó por el azar y la casualidad.
Pero Marisa no se abandona a esa suerte aleatoria.
Pero Marisa no se abandona a esa suerte aleatoria.
Como decía Picasso: La
inspiración te tiene que llegar trabajando: Dibuja y rompe. Dibuja y rompe
decía Picasso, y en esa línea, Marisa se
dice: Escribe y borra. Escribe y tacha,
Escribe y borra y yo creo que se lo pasa muy bien trabajando y creando.
Para ella es un bonito juego y
vamos a seguir a Marisa en su proceso creador. Empecemos por las letras.
LETRAS
La creatividad desbocada se
esconde detrás de las “bes” confundidas con
las “uves”. Ella recuerda la riña
que tenemos con la Comunidad Europea por culpa de la “eñe” que está siempre tildada o virgulada y
no es nada ñoña, y además en España es una enseña señalada. Nadie sabe por qué
las “ges” y las” jotas”, siendo vecinas, se llevan tan mal. Solo están
separadas por la “hache”, que es muda y la “i”, pero es una vocal y se junta a
cualquier jolgorio. Las dos tienen su
jarana y su juerga y se jactan de las anginas ajenas y para colmo, han elegido
vivir en Gijón; juntas, gimen entre la gente a jirones de gerundios geniales,
aunque la “ge” es poco generosa en el
gesto y la “jota”, genial con su especie de jerga llena de jeroglíficos. Pero ¡Jesús! qué
genio tienen las dos!
La pantalla del ordenador de
Marisa elimina de un golpe con la tecla “supr” todas las consonantes y veamos
que la ocurre con las vocales:
La A es un muy exagerada y
gritona, siempre con la boca abierta. La “E” resulta un poco beata y elemental, como si fuera emeritense. La
“I”, aunque está muy tiesa y tildada es tiritona y titiritera. La “O”es obesa, como un rosco redondo, o como
agujero negro en la oscuridad y la “u” es la unión del uno en lo universal, a
la usanza de la urbe ululando en la usura, pero tiene genio y figura y la fuerza de unos cuernos bien puestos.
Y ahora llegan sus personajes:
los ANIMALES
La línea científica en la que se mueve Marisa es de una mística
zoológica y el resultado es, como aquellos libros llenos de secretos y fórmulas
mágicas que se llamaban Bestiarios. Entra en el arca de Noé, saluda y charla con todos los animales, conoce todos
sus gustos, caprichos, secretos y en todos ellos encuentra una brizna de amor,
de locura, de realidad irreal, de generosidad, de amistad, de amor al trabajo, y también conoce sus
pequeños defectos que intenta comprender y perdonar.
Aunque los animales son de
todos y todos los conocemos, ella les bautiza, les va poniendo nombre, les da
vida propia según nos les va presentando,
para que nos acompañen y no nos sintamos solos.
Marisa cuenta la historia
del Universo en cada uno de los
animalillos.
Sus poemas son una escuela para
aprender a abrir la puerta del mundo, empezar a andar el camino, comenzar la
evolución desde el primer balbuceo, a la
palabra día, sol, araña, cascabel, mar, caracol, gato, pingüino, tierra, oso,
perro, mamá.
Y de su mano van naciendo las palabras.
PALABRAS
Va juntando las palabras, las
mezcla y hace grupitos que pone en el camino como jugando con losetas para que
el niño no tropiece y no caiga y así, aprenda a andar.
A veces se sienta frente al
telar de las leyendas, de los poemas, de las historias y entre la trama y la
urdimbre, va enhebrando letras, hilvanando
palabras, pespunteando frases,
las va juntando, juntando… y teje alfombras como poemas donde los niños
aprenden a jugar como gatos y a gatear como niños
El niño entra en el laberinto
de las palabras buscando el camino, entre el misterio y la realidad, en la
senda de la iniciación hacia el futuro, lo desconocido, el azar, con todos los
miedos envueltos en sonrisas.
Así se va fabricando la memoria
del niño que se hará hombre; ese hombre que con el paso de los años, llegará un
momento en que no recuerde lo que hizo ayer, olvide lo que aprendió hoy, pero tendrá vivas en su
mente, en su memoria. las historias que
leyó de niño en aquel libro que se llamaba “Fantasía en poesía” escrito por
Marisa Alonso Santamaría.
Ismael Peña
21-10-2017