No le dejan dormir tranquilo.
Espero que os guste.
Un beso con achuchón.
Imagen tomada de Internet
Con un calor sofocante
busca descanso un león,
y a la ribera del río
a la sombra se tumbó.
Al poco rato tranquilo
muy dormido se quedó,
apareció un cocodrilo
y callado le miró.
“Es mi lugar de descanso”
molesto para sí pensó,
y acercándose despacio
dio vueltas a su alrededor.
Se escondió detrás de un árbol
y empezó a tirarle piedras,
para que se despertara
y de su rincón se fuera.
Tiró una, tiró otra,
hasta en la oreja le dio,
pero el león muy dormido
tan solo refunfuñó.
El cocodrilo enfadado
quiere tumbarse a la sombra,
y sigue tirando piedras,
a la cabeza, a la cola…
Se mueve el león molesto
abre un ojo sin mirarle,
y cambiando de postura
duerme sin enterarse.
Apuntando el cocodrilo
lanza muy fuerte la piedra,
esta vez le ha despertado
le ha hecho daño en la cabeza.
Se levantó dolorido
y aunque allí las piedras vio,
pensó que fue una culebra
o que un bicho le picó.
Metió la cabeza en el agua
para aliviar su dolor,
y de paso refrescarse
¡hacia tanto calor!
Apareció el cocodrilo
y a la sombra se tumbó,
como si nada supiera
los buenos días le dio.
Cuento Registrado en el Registro de la Propiedad Intelectual
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Muy divertido el poema, cada animal en su lugar para evitar líos.¡Felicidades Marisa!
ResponderEliminarGracias por tus palabras.
EliminarUn abrazo Julio
Divertidísimo y original.
ResponderEliminar¡Muchas gracias Conchita!
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