Soy voluntaria de la Cruz Roja desde hace muy poquito tiempo. Ante la situación que estamos viviendo con el coronavirus, se me ha ocurido hacer este poema con recomendaciones, para protegernos de este virus, que dan duendes rojos en Segovia.
Ya sabemos que hay duendes de diferentes colores repartidos por todo el mundo dispuestos a ayudar a los demás.
Espero que os guste.
Un beso con achuchón.
A la ciudad de
Segovia
donde hay un
bello acueducto
de repente llegó
un virus
que a la gente
dio un gran susto.
Cambió la vida
del mundo,
no solo de esta
ciudad
y para no
contagiarse
se tuvieron que
encerrar.
Lavarse mucho las
manos
se volvió algo
primordial,
taparse nariz y boca
al toser o estornudar .
Ya no tuvieron
visitas
ni Alcázar ni
Catedral,
tan solo tristes
miradas,
miradas tras un
cristal.
Como siempre
duendes rojos
poniendo en
riesgo su vida
cuidaron de las
personas
enfermas y
desvalidas.
A familias sin
recursos
acercaron la
comida
y ante cualquier
emergencia
duendes rojos
respondían.
Como el virus ya
se aleja
parece que ya se
va
duendes rojos nos
recuerdan
lo aprendido no
olvidar:
Lavarnos mucho
las manos
y no tocar por
tocar
llevar siempre
mascarilla,
ahora eso es
esencial.
Y para darnos
ejemplo
la estatua que
hay a Juan Bravo
también lleva
mascarilla,
eso se ha
rumoreado.