miércoles, 28 de febrero de 2018

PERICO QUIERE SER PAJE REAL



¿Os acordáis de Perico?
Os cuento que se está recuperando y me dicen que está muy contento.
Seguramente muy pronto volverá a casa.
Perico me pidió que le hiciera un cuento, por eso, estuve indagando un poco y descubrí que quiere ser paje real.
Espero que te guste Perico.
Un beso con achuchón.

Imagen tomada de internet


Muy lejos de casa, en América, Perico salía del hospital muy contento cuando le dieron el alta. Allí había estado ingresado durante todas las navidades y había tenido mucho tiempo para pensar. Ahora se encontraba mucho más animado y sonreía alegre al verse en la calle de nuevo. Sabía que en su casa de España encontraría los juguetes que le habían dejado los reyes y era feliz.
Paseaban por la playa de Miami unos días antes del regreso y, de repente, Perico confesó a sus padres pillándoles por sorpresa.
—¡Quiero ser paje real!
—¿Quieres ser paje real? —repitió divertida Mónica a su hijo de diez años.
—Sí _insistió Perico. De mayor quiero ser paje real. Quiero recoger todas las cartas que los niños escriben a los reyes. Me gustaría viajar a Oriente, montar en camello y repartir juguetes y regalos por el mundo entero.
Como los reyes son magos escucharon los deseos de Perico y, rápidamente, enviaron una carta a su casa, en España, para que la encontrara a su llegada.
Al entrar en su habitación y ver la carta Perico gritó y gritó sin poder creerlo:
—¡Me han escrito los Reyes! ¡Me han escrito los Reyes¡ —y corría con la carta en la mano por el pasillo de acá para allá.
Por fin abrió nervioso el sobre y, dentro, había otro pequeño lacrado con tinta roja y una carta dirigida a él.
Leyó en voz alta: 

Querido Perico:
Nos alegra mucho que quieras formar parte de nuestra corte pero, para ser de esta comitiva deberás pasar una prueba. Te dejamos los temas que te pedirán en la oposición; son sencillos, seguro que lo superarás con creces. Sabemos que eres un niño listo y aplicado.
La carta estaba firmada con un bonito sello real.
Los Reyes Magos
Melchor, Gaspar, Baltasar

A Perico le brillaban los ojos cuando abrió el sobre pequeño.
Dentro había una hoja en la que ponía:
Temario Oposición para paje real
1.-Aprender juegos de niños y saber darles cariño.

2.-Tener siempre buen humor y cultura general (si quieres ser un buen paje,

no es una cosa banal).

3.-Simpatía y empatía nunca te pueden faltar.

4.-Saber encontrar el Norte, tener buena orientación (para viajar por el mundo es esencial condición).

5.-Montar muy bien en camello, en burro y en dromedario.

6.-Para leer las cartas saber el abecedario.

7.-Saber escribir muy bien, sin faltas de ortografía.

8.-Para conocer el mundo saber también geografía.



*En caso de no superar el punto 1 del temario la oposición no se dará por superada.

Perico leía y releía feliz y de pronto gritó haciendo reír a sus padres de nuevo:
—Tan sólo montar en burro puede ser más complicado, ¡lo demás está chupado!


 

viernes, 23 de febrero de 2018

EL LEÓN Y EL GUSANO ilustrado por Ako (10 años)

Este cuento ha salido publicado en el periódico
 «El Adelantado de Segovia» en la página literaria.
Ako, tiene 10 años y me ha dado esta bonita sorpresa ilustrando mi cuento.
Qué chulo ha quedado Ako, ¡eres un artista!
¡Graciaaasss!
Un beso con achuchón.
Ilustrado por Ako (10 años)
 Había una vez un león y un gusano que se llevaban muy mal. El león siempre se estiraba orgulloso hablando de su fortaleza y no dejaba de repetir que él era el rey de la selva. El gusano estaba cansado de su fanfarronería y para hacerle ver que no todo era la corpulencia física, un día le hizo una apuesta.
_Te propongo hacer una carrera de tres obstáculos, cada uno podremos traer a dos amigos para que nos ayuden a superarlos. El que antes llegue a la meta será el ganador. 
El león, con un fuerte esqueleto, enseguida aceptó la propuesta seguro de su superioridad y no tener rival.
A la mañana siguiente se presentó con un gran elefante y un buitre. Por su parte, el gusano llegó acompañado de  una mariposa y un pequeño cangrejo. Una jirafa sería la encargada de preparar la carrera y vigilar todo el recorrido para que no hicieran trampas y además competirían ante la atenta mirada de todos los demás animales.
A pocos metros de la salida encontraron el primer obstáculo. Debían atravesar un río poco profundo. El león y sus amigos lo hicieron fácilmente  dejando a sus rivales atrás y entonces caballos, cebras, vacas, gallinas y serpientes empezaron a aplaudir y vitorear a sus amigos vertebrados.  Mientras la mariposa atravesó volando a la otra orilla,  el gusano se subió al caparazón del cangrejo y atravesaron  el río nadando y, aunque tardaron bastante, pudieron llegar sin problemas, por eso, lombrices, hormigas, arañas, saltamontes y grillos animaron a sus amigos invertebrados.
El león ya se encontraba para entonces ante el segundo de los obstáculos. Esta vez debían saltar un gran barranco de cinco metros de anchura sobre el mar. Mientras el buitre volaba al otro lado con facilidad, sus amigos cogiendo carrerilla dieron un gran salto y aunque el elefante resbaló y, a punto estuvo de caer al agua, todos lograron llegar sanos y salvos al otro lado, por eso, hipopótamos, perros, ratones, rinocerontes y peces celebraron contentos la buena suerte de sus amigos vertebrados.
Esta vez el gusano subió encima de la mariposa y  atravesaron el barranco por encima del mar; luego volvió la mariposa a por el cangrejo repitiendo el viaje. Medusas, estrellas, calamares y pulpos celebraban desde el agua la llegada de sus amigos invertebrados al otro lado del barranco.
Para entonces el león y sus amigos  pensaban  cómo vencer el último obstáculo. Esta vez debían entrar en una cueva con una entrada muy estrecha y debido a su corpulencia y su fuerte esqueleto no sabían cómo hacerlo. El elefante con su trompa y el buitre metiendo el pico lo intentaron una y otra vez, pero a pesar de sus esfuerzos y de las voces de ánimo de gacelas, tigres, patos y monos, no lo lograban. Aún seguían intentándolo cuando horas después, llegaron el gusano y sus amigos. Esta vez fueron  ellos los que entraron fácilmente. Como no tenían esqueleto y eran pequeñitos superaron el obstáculo sin problemas.
Todos los demás animales de la selva se llevaban muy bien, por eso, vertebrados e invertebrados celebraron con júbilo el éxito del gusano y, el león, aprendió la lección dejando de  presumir y volviéndose más humilde.
Desde entonces vivieron aún más felices aceptándose unos a otros,  como habían hecho siempre, sin importar su apariencia física.

Cuento registrado en el Registro de la Propiedad Intelectual

miércoles, 14 de febrero de 2018

NO SÉ QUÉ HACER de Perico



Perico, es un niño de 10 años que he conocido en el gimnasio al que acudimos los dos para rehabilitarnos. Es simpático y travieso y, además, un niño muy valiente.
Ahora está en Estados Unidos donde le han operado de nuevo y, como me prometió, me ha enviado un poema con un dibujo.  Me he reído mucho con él.  ¡Eres un artista!
Seguro que os va a gustar.
Os invito a mandar muchos besos con achuchones a Perico para que vuelva muy pronto a casa.
Un beso con achuchón Perico.
Poema de Perico



No sé, no sé, no sé.
Yo no sé qué hacer.
No tengo ni idea.
No tengo madera
para ser poeta.

Hablando y hablando
hasta aquí he llegado.
Sin saber qué decir
no paro de reír,
ja,ja, je,je, ji,ji.

Y así, de despedida,
te invito a una sonrisa
y compartir con Marisa
y esta poesía toda mi alegría.

Marisa Alonso Santamaría inventando un poema, jajajaja

Perico
12 febrero 2018